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Thursday 6 Noviembre 2014

SM el Rey dirige un discurso a la nación con motivo del 39 aniversario de la Marcha Verde

SM el Rey dirige un discurso a la nación con motivo del 39 aniversario de la Marcha Verde

Su Majestad el Rey Mohammed VI dirigió, hoy jueves, un discurso a la nación con motivo del 39 aniversario del gloriosa Marcha Verde. He aquí el texto íntegro del discurso real:

“Loor a Dios, la oración y el saludo sean sobre nuestro señor Enviado de Dios, su familia y Compañeros.

Querido pueblo,

            En el día de hoy conmemoramos con todo orgullo el trigésimo noveno aniversario de la Marcha Verde.

            Es esta una ocasión para comprobar el desarrollo operado en nuestras provincias del Sur y las deficiencias que han marcado su transcurso, al igual que los retos, tanto internos como externos, a los que se enfrenta.

            Desde su recuperación, estas queridas provincias han conocido numerosas realizaciones en distintos ámbitos. Sin embargo, las obras que, con la voluntad de Dios, vamos a acometer durante el próximo año son decisivas para el futuro del territorio. Se trata de poner en marcha la regionalización avanzada y el modelo de desarrollo para las provincias del Sur.

            Efectivamente, la regionalización que anhelamos no consiste únicamente en unos textos jurídicos y en la transferencia de competencias y recursos materiales y humanos, desde el centro a las regiones, sino que Nuestra ambición es que la misma se construya sobre el celo patriótico sincero hacia la unidad territorial de nuestro país.

            Nuestro deseo es obtener provincias y regiones solidarias y complementarias, recíprocamente celosas.

            Los marroquíes son el resultado de un genuino cruce civilizatorio entre todos los componentes de la identidad marroquí. Para Nosotros todos son iguales; no hacemos distinción alguna entre un yeblí, un rifeño, un Sáharauí y un susí, etc.

            Por lo tanto, la investigación académica acerca de los componentes de nuestra identidad es útil para arraigar la unidad nacional. No obstante, el debate que parte del patrioterismo y se propone sembrar la división resulta enteramente improductivo.

            Por ello, se equivoca quien pretende que no pertenece a esta mezcla; y quien procura demostrar lo contrario, también incurre en el error.

            Sobre esta base, la regionalización que deseamos no es sino la capitalización de esta riqueza y variedad humana y geográfica, que viene a arraigar la simbiosis, la solidaridad y la complementariedad entre los hijos de la nación unitaria así como entre todas sus zonas.

            En este sentido, el Marruecos unificado en el seno de sus regiones no significa en absoluto un chovinismo tribal y jamás será un factor de división o separación, ya que ello ha sido rechazado por la nueva constitución de Marruecos como lo fue por la antigua.

Querido pueblo,

            Han transcurrido cuarenta años de sacrificios por la recuperación de la tierra, la liberación del ser humano, la dignificación del ciudadano marroquí en el Sáhara, la conquista de su corazón y la consolidación de sus vínculos con su patria.

            Con esta ocasión y con total consideración, queremos rememorar a todos aquellos que entregaron sus vidas en defensa del Sáhara; son madres y padres de todas las partes del país los que perdieron a sus hijos en el Sáhara.

            Por la causa del Sáhara, tenemos a viudas que cargan solas con las dificultades de la vida, a huérfanos que no conocieron el cariño del padre y a jóvenes que perdieron su libertad y vivieron el cautiverio durante largos años, también por el Sáhara.

            El Sáhara no es una causa exclusiva de los Sáharauís; el Sáhara es la causa de todos los marroquíes. Y como con anterioridad había dicho en un discurso, el Sáhara es una cuestión existencial y no de fronteras.

            Marruecos va a permanecer en su Sáhara y el Sáhara en su Marruecos, hasta el fin de la existencia.

            Además del sacrificio de sus vidas, todos los marroquíes consintieron otras formas de sacrificio material y de otra índole, por el desarrollo de las provincias del Sur, y compartieron sus riquezas con sus hermanos en el Sur.

            Todo el mundo conoce las condiciones en que vivía el Sáhara antes de 1975. Y para quien no conoce la realidad o la quiere ignorar, voy a presentar algunos datos:

Desde su recuperación, Marruecos invierte en su Sáhara 7 Dirhames a cambio de 1 Dirham ingresado por la zona, en el marco de la solidaridad interregional y entre los hijos de la misma nación.

En el año 1975, los índices de desarrollo humano en la zona eran inferiores al 6% con respecto a los de las regiones del norte de Marruecos, y con relación con los de España, lo eran del 51%.

Actualmente, en las provincias del Sur, dichos índices superan con creces la media nacional del resto de las regiones del Reino. Por ello digo, y con toda responsabilidad, basta ya de propagar erróneamente aquello de que Marruecos explota las riquezas de la zona.

Como bien se sabe, lo que produce el Sáhara ni siquiera basta para satisfacer las necesidades básicas sus habitantes. Con toda franqueza quiero decir: los marroquíes han asumido el coste del desarrollo de las provincias del Sur; sacaron de sus bolsillos y del sustento de sus hijos para que sus hermanos en el Sur pudieran vivir en el seno de la dignidad humana.

Todo el mundo sabe también que Marruecos vela por que los habitantes de la zona se beneficien de las riquezas de la misma, en el marco de la igualdad de oportunidades y de la justicia social.

Es verdad que el modo de gestión practicado en el Sáhara conoció algunas disfunciones que, con el paso de los años, la convirtió en un dominio para la economía rentista y de privilegios inmerecidos.

Esto ha producido una situación de descontento en algunas personas, alimentando el sentimiento de engaño y exclusión entre ciertos sectores de ciudadanos.

Sabemos muy bien que hay quienes trabajan por el país, con total entrega y sinceridad, del mismo modo que hallamos quienes quieren poner el país al servicio de sus intereses.

Estos últimos son los que han hecho del expolio una firme doctrina, del rentismo y los privilegios un derecho fijo y del comercio con la causa nacional una plataforma para alcanzar intereses propios. También sabemos que hay quienes ponen un pie en el país, cuando se benefician de sus riquezas, y otro con los enemigos de éste, cuando no les resulta provechoso.

En este contexto quiero decir: basta ya de la política rentista y de los privilegios. Basta ya de mendigar con el país.

Sin embargo, no hay que dar al asunto más importancia de la que tiene, ya que aquellos oportunistas son pocos y no tienen cabida entre los marroquíes, ni tampoco pueden influir en el aferramiento de los Sáharauís a su patria.

Por ello, y para ser justos con los hijos del Sáhara y con la mayoría silenciosa, que cree en la unidad de la nación, hemos llamado a reconsiderar radicalmente el modo de gobernanza en nuestras provincias del Sur.

En este marco tiene lugar nuestra decisión de poner en marcha la regionalización avanzada y el modelo de desarrollo para las provincias del Sur. El objetivo buscado consiste en romper con el antiguo modo de gestionar, permitiendo a los hijos de la zona participar en la administración de sus asuntos locales, dentro de la transparencia, responsabilidad e igualdad de oportunidades.

Con esta finalidad, invitamos a inaugurar un sincero diálogo nacional y un debate en torno a las distintas ideas y concepciones, con total responsabilidad y compromiso, a fin de cristalizar unas respuestas claras a todas las cuestiones y preocupaciones que interesan a los habitantes de la región, en el seno de la unidad nacional y territorial del país.

De igual modo, invitamos al sector privado a llevar a cabo una mayor participación en el desarrollo de las provincias del Sur.

Querido pueblo,

Nuestro compromiso de disponer las condiciones de una vida digna para nuestros ciudadanos sólo es comparable a nuestro empeño de garantizar el orden público y la integridad de los ciudadanos, en el seno del Estado de derecho y de la ley.

Por ello, Marruecos rechaza todas las prácticas que tienen por objetivo atentar contra su seguridad y estabilidad; unas prácticas a las que hará frente con total firmeza y responsabilidad, en el marco de la ley y bajo la autoridad de la justicia.

En este sentido nos preguntamos: ¿cuándo fue un derecho humano aterrorizar a los ciudadanos y destruir sus bienes alcanzados gracias a sus esfuerzos y al sudor de sus frentes?

¿y cuándo se consideró la violación del orden público y la destrucción de los bienes públicos como un ejercicio de los derechos y libertades?

En Nuestro discurso de 2009, con ocasión de la Marcha Verde, manifestamos nuestro total rechazo de tales prácticas y llamamos la atención al hecho de que "la persona, o es patriota o es traidora. No hay estado intermedio entre el patriotismo y la traición".

En efecto, no hay grados de patriotismo y de traición; o se es patriota o traidor.

Es cierto que la Patria es y seguirá siendo clemente y misericordiosa, pero únicamente por una sola vez con quien se arrepiente y vuelve a la sensatez. Quien persiste en traicionar a la Patria incurre, según todas las leyes nacionales e internacionales, en la alta traición por haber conspirado con el enemigo.

Sabemos que cualquier individuo se puede equivocar, pero la traición es imperdonable. En este sentido, Marruecos no será nunca un productor de “mártires traidores”.

Los verdaderos mártires son los que sacrificaron sus vidas para conseguir la liberación e independencia del país, defendiendo su soberanía y unidad nacional.

Por ello digo: basta de pujas en torno a Marruecos y basta de aprovechar el espacio de los derechos y libertades que el país proporciona, para conspirar en su contra.

Marruecos posee sus propios mecanismos e instituciones, a los que internacionalmente se reconoce el compromiso y credibilidad en el tratamiento de todas las cuestiones relacionadas con los derechos humanos.

Marruecos es, igualmente, el único país de la región que colabora con los mecanismos especiales del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

Asimismo, está dispuesto a abrirse aún más sobre las diferentes instancias y organizaciones de derechos humanos internacionales, que tratan con imparcialidad y objetividad estas cuestiones.

Marruecos rechaza la política que trivializa sus iniciativas y sobredimensiona los acontecimientos que tienen lugar en las provincias del Sur, mientras se calla y conspira cuando se trata de lo que sucede en Tinduf y en los países vecinos.

Querido pueblo,

Cuando Marruecos abrió la puerta de las negociaciones para hallar una solución definitiva al conflicto artificial en torno a su Sáhara, en absoluto lo hizo ni lo hará para negociar su soberanía e integridad territorial. 

Cuando era Príncipe Heredero, tuve la oportunidad de negociar con algunos marroquíes de Tinduf -cosa que no me supone ningún problema- dado que estaba negociando con ciudadanos marroquíes y se trataba de defender los derechos de Marruecos.

Efectivamente, Marruecos no tiene ningún complejo en negociar directamente o a través de las Naciones Unidas con quien sea. Sin embargo, hay que insistir aquí, que la soberanía de Marruecos sobre la totalidad de sus territorios es firme y completamente inalienable.

La opción de Marruecos de cooperar con todas las partes, sinceramente y con buena voluntad, no ha de ser interpretada como una debilidad ni tampoco como un motivo para pedir mayores concesiones.

La iniciativa de autonomía es lo máximo que Marruecos puede ofrecer, en el marco de la negociación, con el fin de hallar una solución definitiva a este conflicto regional.

En mi calidad de garante de la independencia e integridad territorial del país, me corresponde el deber de fijar los conceptos y responsabilidades en el trato con las Naciones Unidas, así como de expresar el rechazo de Marruecos a todas las confusiones y desvíos que esta cuestión conoce.

Así pues, reafirmando la posición de Marruecos al respecto quiero decir:

· No a los intentos de desvirtuar este diferendo regional, presentándolo como una cuestión de descolonización. En efecto, Marruecos nunca fue una fuerza ocupante o una potencia administradora en su Sáhara; todo lo contrario, el mismo ejerce su soberanía sobre su territorio;

·  No a cualquier intento de revisar los principios y criterios de negociación, ni a cualquier tentativa de reconsiderar la misión de la MINURSO o ampliar sus prerrogativas para incluir la cuestión del control de los derechos humanos;

·No a la complacencia con la verdadera parte en este conflicto y a la evasión de sus responsabilidades;

·No a cualquier intento de establecer paralelismos entre un Estado miembro de las Naciones Unidas y un movimiento separatista y, mucho menos, a la legitimación del estado de no-ley imperante en Tinduf;

Efectivamente, la soberanía de Marruecos no puede ser rehén de pensamientos ideológicos o concepciones estereotipadas de algunos funcionarios internacionales. De hecho, cualquier tropiezo o confusión hipotecaría la labor de las Naciones Unidas en esta cuestión.

No obstante, Marruecos está dispuesto a colaborar con todas las partes para hallar una solución que respete su soberanía y salve la cara a todos, contribuyendo de este modo a la consolidación de la seguridad y estabilidad en la región, además de realizar la integración magrebí.

En este sentido, queremos expresar Nuestra consideración al Secretario General de las Naciones Unidas así como a las grandes potencias internacionales, especialmente a los Estados Unidos de América, representados por la Administración americana, en consideración de su positiva contribución en las diferentes etapas, a fin de hallar una solución a esta cuestión.

Al encarecer su apoyo a los esfuerzos consentidos por Marruecos, así como al proceso de negociación, sobre la base de la Iniciativa de autonomía, hoy reivindicamos una postura clara con respecto a este conflicto.

Si bien reconocen que Marruecos es un modelo de desarrollo democrático y un país de peso cuando se trata del afianzamiento de la seguridad y estabilidad de la región, amén de ser un socio en la lucha contra el terrorismo, sin embargo, no dejan de comportarse con cierta opacidad cuando se trata de la cuestión de su integridad territorial.

Así pues, sin responsabilizar a Argelia, principal parte en este conflicto, no se llegará a ninguna solución; del mismo modo que en ausencia de una visión responsable de la tensa realidad securitaria que conoce la región, no habrá estabilidad alguna.

Ello no significa que se quiera perjudicar a Argelia, a sus líderes o a su pueblo, al que guardamos toda nuestra consideración y respeto. Todo esto lo decimos con palabras bien medidas y con sentido claro. Estamos hablando de lo que realmente ocurre  y de la verdad que todo el mundo conoce.

He aquí una verdad que cuando los marroquíes la dicen, se acusa al gobierno, a los partidos y a la prensa de nuestro país de atacar a Argelia.

Si Marruecos no posee petróleo ni gas, sabiendo que la otra parte cuenta con un “billete verde” que cree que le abre el camino para ir contra el derecho y la legalidad; nuestro país sí tiene sus principios y una causa justa; más aún, tiene el aprecio de los marroquíes y el apego a su patria.

Se equivoca quien cree que llevar la cuestión del Sáhara consistirá en unos informes técnicos trabajados o en recomendaciones confusas, todo basado en el intento de conciliar las reivindicaciones de las distintas partes.

También se equivoca quien pretende comparar el Sáhara con Timor oriental, o con algunos diferendos territoriales de Europa oriental, dado que cada caso tiene sus peculiaridades. En efecto, la vinculación de los habitantes del Sáhara con Marruecos no es producto de hoy, sino que encuentra sus raíces bien arraigadas en la historia.

Querido pueblo,

Creemos en la justicia de nuestra causa, y que prevalecerá el derecho y la legalidad sobre los separatismos.

Con plena esperanza y optimismo aspiramos a poder reunir a los hijos del Sáhara en el seno de su patria, confiando en su incorporación a nuevas marchas para promover el desarrollo y disponer la vida libre y digna a todos los ciudadanos, estén donde estén.

Ello constituye la mejor prueba de lealtad a la memoria del Artífice de la Marcha Verde, Nuestro Venerado Padre, Su Majestad el Rey Hassan II, Dios le tenga en su Gloria, y a los virtuosos mártires de la Patria.

Asimismo, queremos rendir Nuestro homenaje a todos los componentes de nuestras Fuerzas Armadas Reales y a las fuerzas de seguridad, por su constante y permanente movilización para salvaguardar la seguridad y la estabilidad, así como para defender la integridad territorial de la nación.

El saludo, la bendición de Dios el Altísimo y sus gracias sean con vosotros”.

(MAP-06/11/2014)