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Miércoles 12 Marzo 2014

Texto íntegro del mensaje dirigido por SM el Rey a la 31 sesión del Consejo de ministros árabes de Interior

Texto íntegro del mensaje dirigido por SM el Rey a la 31 sesión del Consejo de ministros árabes de Interior

SM el Rey Mohammed VI dirigió un mensaje a los participantes en la 31 edición del Consejo de los ministros árabes del Interior que se celebra el 12 y 13 de marzo en Marraquech, y cuya lectura fue dada por el ministro de Interior, Mohamed Hassad.

He aquí el texto íntegro del mensaje:

"Loor a Dios Único,  la oración y el saludo sean sobre nuestro señor Enviado de Dios, su familia y compañeros.

Altezas, Excelencias,

Señores Ministros,

Señoras y Señores,

Nos complace en primer lugar daros la bienvenida en el Reino de Marruecos, vuestra segunda patria, al que corresponde el honor de albergar los trabajos de la trigésima primera sesión del Consejo de Ministros Árabes del Interior.

La celebración de esta importante reunión en la ciudad de Marraquech constituye un testimonio del fuerte compromiso de Marruecos hacia la consolidación de la acción árabe común, particularmente entre los responsables del sector del Interior, en consideración del decisivo papel que les corresponde. Efectivamente, los mecanismos de concertación y coordinación han de ser consolidados en aras de mejorar las capacidades para concebir estrategias creativas, susceptibles de acompañar los cambios que conoce la actual coyuntura, aportando los motivos necesarios para arraigar la seguridad y estabilidad sociales.

Con toda consideración, evocamos la límpida memoria de Su Alteza Real, el llorado Príncipe Naif Ben Abdul Aziz, Dios le tenga en Su Gloria, anterior Presidente Honorífico de este respetable Consejo, quien tuvo el precursor papel y el gran mérito de reforzar y asegurar la permanencia de las reuniones del presente Consejo, desde la inauguración de los trabajos de su primera sesión celebrada en Casablanca en 1982.

Señoras y Señores,

La actual sesión de vuestro Consejo que se reúne en el marco de las mutaciones y reformas profundas que conoce el mundo árabe, va a constituir, sin lugar a dudas, una ocasión para asimilar la realidad del profundo desarrollo que ha conocido el concepto de seguridad, lo que contribuirá de modo eficaz en la inmunidad de nuestra nación árabe, protegiéndola contra los peligros del extremismo y terrorismo, así como contra todo género de crímenes organizados, incluidos los tráficos de armas, personas y estupefacientes.

Por otra parte, la reunión de hoy viene a reflejar vuestra fuerte voluntad de preservar la seguridad y estabilidad en nuestra nación árabe, afianzando los valores de cohesión, paz y apertura civilizatoria, que constituyen los cimientos de nuestras sociedades, así como consolidando vuestra contribución positiva a las legítimas ambiciones de los pueblos árabes de alcanzar el progreso y el desarrollo.

En este sentido, estáis invitados a adoptar un enfoque prospectivo, marcado por la objetividad y lejanía de miras, y que participa eficazmente en la concepción de planes renovados erigidos sobre la coordinación y cooperación, a fin de afrontar todo género de atentado contra la seguridad y estabilidad de nuestros países y el sosiego de sus ciudadanos.

Por otra parte, queremos insistir en que las políticas securitarias viables, así como las operaciones preventivas eficaces son tributarias de la colaboración de los ciudadanos y de su conciencia acerca del papel constructivo que les corresponde en el afianzamiento de la seguridad y la tranquilidad, del mismo modo que lo es su participación activa en la operación de desarrollo y en la instauración de un clima adecuado para el desarrollo y la inversión.

Por lo tanto, el verdadero concepto de seguridad no se limita únicamente a su sentido literal, sino que fundamentalmente estriba en el hecho de colocar al ciudadano en el centro de las políticas públicas, en el marco de un partenariado social y eficiente, basado en la complementariedad entre el Estado y el ciudadano, así como en la integración positiva de los requisitos de la seguridad, las exigencias del desarrollo y la protección de los derechos humanos.

Altezas, Excelencias,

Señores Ministros,

Señoras y Señores,

En consideración del decisivo papel desempeñado por el ciudadano, en tanto que socio fundamental, ya sea para garantizar la seguridad y la estabilidad o como actor del desarrollo y elemento central para favorecer un clima social sano, dominado por la democracia y la cultura de los derechos humanos, Hemos obrado por instituir un nuevo concepto de autoridad basado en la protección y ampliación del espacio de las libertades, la preservación de la dignidad y de los derechos ciudadanos, en el marco del Estado de derecho y de la ley, afianzando la democracia de la proximidad y la metodología participativa en la gestión de los asuntos públicos.

En el mismo contexto, lanzamos en 2005, la Iniciativa Nacional para el Desarrollo Humano, fundamentada en el hecho de hacer del ciudadano el centro de la operación de desarrollo así como su finalidad fundamental, convencidos de que los derechos políticos y civiles no pueden alcanzar sus dimensiones concretas, en la realidad cotidiana del ciudadano, si no dentro de su complementariedad con los derechos económicos, sociales, culturales y medioambientales.

Paralelamente, nos Hemos empeñado en establecer una nueva organización territorial, basada en la descentralización, y Hemos lanzado la obra de la regionalización avanzada, con el objeto de consolidar la vía de la buena gobernanza territorial así como de asentar las bases de un sistema de gestión democrática de los asuntos locales, que se propone conseguir un desarrollo socioeconómico integrado. 

Como corolario de los logros positivos y de las reformas profundas que nuestro país ha alcanzado en el ámbito de los derechos humanos y del desarrollo, Hemos procurado incluir en la Constitución del Reino toda una carta integrada de derechos sociales, económicos, culturales y medioambientales. 

Siguiendo la misma vía, Nuestros esfuerzos continuaron para abarcar la situación de los inmigrantes, especialmente los subsaharianos, a través de la adopción de una política global y multidimensional respecto al fenómeno de la migración y refugio en nuestro país; una política basada en el atávico patrimonio de Marruecos en tanto que país hospitalario y acogedor, que respeta tanto sus compromisos internacionales, como los derechos de los inmigrantes y sus condiciones humanas.

Todas estas obras y reformas adoptadas por nuestro país, se basan en la dignificación del ser humano, haciendo del ciudadano el eje y el objetivo de las políticas públicas, a la vez que instituye un enfoque global que concilia democracia y desarrollo con seguridad y estabilidad.

        Conscientes de la importancia que reviste tal planteamiento integrado, y consagrando la perspectiva securitaria, en su sentido global, que se basa en el respeto de los derechos humanos, la salvaguarda de la paz social y la creación del clima apropiado para el desarrollo, Marruecos ha procedido a la consolidación de esta opción en los métodos de enseñanza y formación dentro de las instituciones dedicadas a la formación de los miembros de las fuerzas de seguridad.

Esto mismo es lo que se anhela mediante la aplicación de la estrategia de la gobernanza securitaria, con todo lo que ofrece a los titulados de tales escuelas en términos de apertura sobre los ciudadanos, refuerzo de sus aptitudes de escucha e interacción así como de participación en la búsqueda de soluciones a los verdaderos problemas de la población, conjugando realismo y eficiencia, además de obrar por disponer un clima idóneo para estimular las inversiones amén de promover el desarrollo y las iniciativas individuales y asociativas que buscan afianzar y activar los valores de solidaridad y paz social.

He aquí, Señoras y Señoras, de manera resumida algunos aspectos de la experiencia marroquí, que Hemos procurado compartir con vosotros en esta importante reunión.

Altezas, Excelencias,

Señores Ministros, 

Señoras y Señores, 

En este momento, la adopción de una carta securitaria árabe sólo será posible a través de la asunción de una visión árabe única y común en torno a la noción de seguridad, en sus nuevos contextos económico, social y de derechos humanos.

Estamos convencidos de que este encuentro, que reúne a una elite de responsables de los países árabes y de expertos internacionales, culminará con la adopción de un conjunto de recomendaciones prácticas, capaces de hallar soluciones eficientes que respondan a las expectativas de nuestros pueblos árabes de alcanzar más seguridad, sosiego y estabilidad, así como mayor desarrollo y prosperidad, en el seno de la libertad y la dignidad humana. 

Queremos aprovechar esta oportunidad para expresaros Nuestro aprecio por la ingente labor llevada a cabo por vuestro Consejo a fin de apoyar esta orientación, especialmente a través de la elaboración de diferentes estrategias y planes de etapas así como la organización de los diferentes talleres. Todo ello contribuye positivamente a la creación de una conciencia árabe coherente y armoniosa, convencida de las nociones de la acción securitaria eficaz, así como de su papel central en la creación de las condiciones adecuadas para proteger el sistema de valores y derechos, y consolidar la dinámica de desarrollo. 

Consideramos que vuestro encuentro de hoy en la ciudad de Marraquech constituye un relanzamiento del Consejo de Ministros Árabes del Interior, especialmente en el seno de las grandes mutaciones que conoce la región y las condiciones que rodean a nuestro mundo árabe. 

Así pues, y ante la enorme responsabilidad que os incumbe en los sectores de vuestra competencia, estáis llamados a obrar por unificar las posiciones, así como afianzar las vías de la sólida coordinación y la constructiva concertación, que pueden impulsar la operación de desarrollo así como garantizar la seguridad y la estabilidad.

Finalmente, quisiera reiteraros la bienvenida en Marruecos, vuestra segunda patria, implorando al Todopoderoso corone con el éxito los trabajos de esta sesión, en beneficio de los pueblos de nuestra nación árabe.   

Di: ¡Actuad¡ Que Dios verá vuestros actos así como su Enviado y los creyentes. (Sagrado Alcorán).

El saludo, la bendición de Dios el Altísimo y sus gracias, sean con vosotros." 

(MAP-12/03/2014)