Su Majestad el Rey, Amir Al-Muminin, dirige una carta al Consejo Superior de Ulemas con motivo de la conmemoración del 15.º centenario del nacimiento del profeta Sidna Mohammed
Su Majestad el Rey Mohammed VI, Amir Al-Muminin, que Dios le asista, ha dirigido una carta al Consejo Superior de Ulemas con motivo de la conmemoración del 15.º centenario del nacimiento del profeta Sidna Mohammed, que la paz y las bendiciones sean con Él.
He aquí el texto íntegro de la Carta Real, cuya lectura fue dada, hoy lunes en Rabat, por el ministro de Habices y Asuntos Islámicos, Ahmed Toufiq:
"Loor a Dios, la oración y el saludo sean sobre nuestro señor Enviado de Dios, su familia y compañeros,
Señor Secretario General del Consejo Supremo de Ulemas:
Nos complace informarle que, en virtud del deber que Dios nos ha confiado para proteger la religión en el seno del Emirato de los Creyentes, Hemos decidido dirigirle este Mensaje sobre el tema de lo que los ulemas, en los distintos parajes de Nuestro Reino jerifiano, deben hacer para conmemorar la solemne ocasión que este año acaecerá en el mundo, a saber, el decimoquinto aniversario del nacimiento de Nuestro abuelo, el Elegido, sobre Él sean las mejores oraciones y la más pura paz, que fue enviado como misericordia a los mundos.
Para ello, vuestro Consejo debe emprender actividades científicas y mediáticas de un nivel que nos satisfaga, tanto a Nosotros como a los marroquíes. Todos ellos albergan un profundo y sincero amor hacia el noble Profeta. En este sentido, nos gustaría señalarles algunos puntos que se enmarcan en esta dirección:
Primero: Impartir lecciones y pronunciar conferencias, así como organizar seminarios científicos en los consejos, escuelas, universidades y espacios públicos, llevando a cabo una comunicación mediática razonable con el fin de recordar e incrementar el conocimiento de la noble personalidad del Profeta, de un modo que concuerde con nuestra época y llegue a las mentes de los jóvenes en particular, centrándose en el hecho de que lo más grande que el Profeta, (sobre Él sea la oración y el saludo), trajo para sacar a la gente de la oscuridad a la luz, es la religión de la unicidad. Esta conmemoración es una ocasión oportuna para que los ulemas muestren a la gente que la traducción moral de la unicidad, en nuestra época, que todos pueden entender, es educar a las generaciones para que se liberen del egoísmo en sus vidas individuales y colectivas;
Segundo: Realizar actividades similares, en el seno de un extenso marco, como agradecimiento a Dios Todopoderoso por haber hecho que el imamato de este país haya recaído en la descendencia del Profeta (la oración y el saludo sean sobre Él), preservando su pacto, siguiendo sus tradiciones, sirviendo y protegiendo la Palabra que le fue revelada y las virtudes que personificó a través de su ejemplo y modelo;
Tercero: Hacer lo que es apropiado para la ocasión, como agradecimiento a Dios Todopoderoso por guiarnos a la categoría de herederos del emirato de los musulmanes, lo que nos ha cualificado para velar por disponer las condiciones ideales para los miembros de Nuestra nación, con el fin de que puedan cumplir todo lo que agrada a Dios, en términos de cuidar los asuntos de la religión que trajo Nuestro abuelo, el noble y generoso Profeta, ya sea por medio de la adoración o de inculcar las nobles virtudes en las almas de los hombres y mujeres creyentes;
Cuarto: Hacer que se conozcan Nuestros propios esfuerzos y los de los soberanos de Nuestra dinastía Alawí jerifiana, con relación a la preservación del legado de la profecía, especialmente en lo que se refiere al noble hadiz. En este sentido, vuestro Consejo debería publicar una edición científica de la obra del Sultán Sidi Muhammad ben Abdullah, «Las Conquistas Divinas en los Hadices del más Distinguido de la Creación»;
Quinto: Publicar aquello en que los marroquíes hayan destacado en el ámbito del cuidado de las misiones para las cuales fue creado el Enviado de Dios (sobre Él sea la oración y el saludo), como afirman las palabras del Todopoderoso: «Es Dios quien ha enviado entre los iletrados un Mensajero de entre ellos, recitándoles Sus aleyas, purificándolos y enseñándoles el Libro y la sabiduría». El cuidado que la nación marroquí dedica a la primera de estas prendas, es algo que despierta la admiración mundial, a saber, el particular y extraordinario cuidado que los marroquíes dedican al sagrado Alcorán, ya sea memorizándolo, recitándolo o interpretándolo;
Sexto: Recordar aquello en que los marroquíes destacaron en el ámbito de la particular atención que dedican a la segunda de las prendas que dejó el Supremo Profeta, a saber, la purificación espiritual (tazkiya), a través de las instituciones de la educación espiritual, conocidas como las vías del sufismo, que, a lo largo de las épocas, florecieron en la tierra marroquí. Es sabido que la esencia sobre la que se basa esta educación consiste en el amor al Enviado de Dios, en quien confluyen las cadenas de transmisión de estas vías para llegar a Dios, mediante su imitación (la oración y el saludo sean sobre Él) en la sinceridad de la adoración de Dios;
Séptimo: Dar a conocer a la generalidad de las gentes el ámbito de las primeras composiciones panegíricas dedicadas al Profeta, expresando el ensalzamiento del generosísimo Enviado de Dios, en reuniones privadas y públicas, con el fin de enriquecer la naturaleza innata y nutrir los sentimientos, inspirándose de la espiritualidad del Profeta a través del arte de assamā‘ o canto religioso practicado por los sufíes.
Octavo: Mostrar las imploraciones a Dios por el Profeta, realizadas por los marroquíes, un ámbito en que éstos han destacado. Ejemplo de ello tenemos en Daḫīrat al-muḥtāǰ del cheij al-Ma‘ti Sharqawi, habiendo sido precedido por la obra “Dalā’il al-ḫayrāt” de al imām al-ǰazūlī. Se trata de plegarias que los marroquíes tomaban como lema, en el siglo XV, en sus luchas por la liberación de los territorios ocupados. En efecto, los marroquíes siempre se aferraron al Profeta, (la oración y el saludo sean sobre Él), en los momentos difíciles, como ocurrió cuando Abu al-‘Abbās al-‘Azafī compuso, en el siglo VII de la Hégira, su libro “al-Durr al-Munaẓẓam fī mawlidi al-Nabī al-Mu‘aẓẓam”.
Noveno: vuestro Consejo ha de proceder a una preparación científica apropiada de una edición crítica de la obra de al Qādī ‘Iyāḍ, titulada Al-shifā’ bi-ta‘rīf ḥuqūq al-Muṣṭafā, una obra de tradición profética con la que Marruecos se hizo célebre en el mundo antes de ser conocido por su Dalā’il al-ḫayrāt.
Décimo: Orientar a la gente, especialmente con ocasión de esta memorable conmemoración, para multiplicar las plegarias por el Profeta (sobre Él sea la oración y el saludo) en cumplimiento de las palabras del Todopoderoso cuando dijo: «Ciertamente, Dios y Sus ángeles bendicen al Profeta ¡Oh, creyentes! Pedid a Dios que lo bendiga y que le conceda la paz». (Sagrado Alcorán). Asimismo, hay que velar por que los consejos científicos organicen animadas reuniones de plegarias por el Profeta, en las que participen los responsables religiosos, los grupos de dhikr y el público general. Estas reuniones deben estar acompañadas de súplicas dirigidas a Dios el Altísimo, con la intención de rogarle que perpetúe Su seguridad y Sus bendiciones sobre nuestro país, y que Nos conceda personalmente, así como a Nuestra familia, plena salud, bienestar y un óptimo final.
Por otra parte, os exhortamos a velar por incluir en las actividades y programas de esta conmemoración, a Nuestros ciudadanos marroquíes residentes en el extranjero, a través del Consejo Marroquí de Ulemas para Europa y demás instituciones. De igual modo, habéis de incluir a nuestros hermanos de los países africanos, especialmente a través de la Fundación Mohammed VI de los Ulemas Africanos.
Para concluir, rogamos a Dios el Altísimo y Poderoso, que incremente en nosotros el amor hacia Su Profeta, su familia y sus nobles compañeros y nos haga beneficiar constantemente de este amor. Él es quien todo lo oye y a todo responde.
Wassalamou alaikoum warahmatoullahi wabarakatouh".
MAP: 15 Septiembre 2025