
Marruecos, bajo el impulso de Su Majestad el Rey Mohammed VI, se impuso como potencia comercial e industrial, escribe la revista británica The Economist.
“El país ha atraído alrededor de 40 000 millones de dólares en inversiones industriales greenfield desde 2020, posicionándose entre los principales beneficiarios del mundo”, explica la publicación en un artículo publicado el jueves bajo el título “Marruecos es ahora una potencia comercial e industrial”.
Como consecuencia directa, las exportaciones marroquíes se dispararon en dos tercios en cinco años, señala The Economist, que destaca el papel decisivo de las políticas favorables a los inversores impulsadas por Su Majestad el Rey Mohammed VI.
Según el medio británico, “el Gobierno ha invertido masivamente en la producción de electricidad, puertos, ferrocarriles, carreteras e infraestructuras solares. Entre 2001 y 2017, Marruecos dedicó cada año entre el 25 % y el 38 % de su gasto a estas infraestructuras, una de las tasas más altas del mundo”.
“Estos esfuerzos han permitido, entre otras cosas, poner en marcha un tren de alta velocidad que recorre la costa oeste del país. En la carretera que conduce a Tánger Med, los automovilistas se cruzan con interminables parques eólicos y solares, así como con zonas económicas especiales preparadas para acoger a inversores”, señala la publicación.
Desde Tánger Med, que se ampliará aún más para reflejar las ambiciones del país, salen barcos cada hora con destino a Europa, transportando vehículos, piezas de automóviles y componentes industriales. Más al sur, en Kenitra, una zona industrial acoge a Stellantis, Lear (uno de los principales fabricantes de equipos estadounidenses), Faurecia (grupo europeo de piezas de automóviles) y Nexteer (de propiedad china), señala The Economist.
Gracias al acuerdo de libre comercio firmado con la Unión Europea en 2000, seguido de acuerdos preferenciales con otros 60 países, Marruecos atrajo “importantes inversiones de fabricantes de automóviles como Renault y, posteriormente, Stellantis”, agrega el medio antes de indicar que esta dinámica permitió proveedores como Yazaki, fabricante de componentes, instalarse a su vez en el país.
El año pasado, Marruecos se convirtió en el primer exportador de automóviles y piezas de repuesto a Europa, por delante de China y Japón, un éxito que el país está decidido a repetir en otros sectores, como la aeronáutica y la industria farmacéutica, con más de 50 sectores de alto valor añadido en el punto de mira, indica The Economist.
Desde 2012, los fabricantes de automóviles invirtieron más de 8000 millones de dólares en Marruecos, lo que representa casi una cuarta parte del total de las inversiones extranjeras, acompañados por grupos como el estadounidense International Paper en el sector del embalaje, señala The Economist.
En Kenitra, SIMRA fabrica piezas para Airbus, Bombardier y Safran que representan el 5 % del valor de un A320, mientras que Alstom produce en Fez cajas eléctricas y cables ferroviarios, añade el medio británico.
“Estas actividades convierten a la UE en el principal socio comercial de Marruecos, pero las inversiones procedentes de China también están afluyendo. Las empresas chinas han anunciado al menos 10 000 millones de dólares en inversiones en vehículos eléctricos y baterías, lo que representa aproximadamente el 5 % del total mundial de inversiones relacionadas con las nuevas rutas de la seda en los últimos dos años”, indica The Economist.
Destacando la posición geográfica de Marruecos, a las puertas de Europa y en la entrada norte del continente africano, la publicación recuerda que Marruecos lidera un proyecto de gasoducto de 5600 km que conecta Nigeria, atravesando otros 11 países.
En Casablanca Finance City, centro financiero orientado hacia el continente, se instaló la empresa surcoreana POSCO y la francesa Engie, escribe el medio británico, subrayando que esta dinámica refuerza la voluntad de Marruecos de convertirse en un importante centro comercial e industrial.
Con estas inversiones masivas, una posición estratégica envidiable y políticas favorables a los inversores asumidas, Marruecos confirma, según la revista, su lugar como centro industrial y comercial imprescindible, capaz de seducir tanto a Europa como a África y Asia, y de seguir ganando peso en la escena económica mundial.
MAP: 05 Septiembre 2025